Durante el siglo XIX México tuvo uno de los mas grandes cambios urbanísticos de la época colonial. Después de la independencia se buscaba un nuevo progreso nacional, intentando mostrar a la ciudad de Mexico como modelo de una ciudad moderna aun con sus referentes europeos, españoles.
Federico Fernández Christlieb, escribe:
...Paris es su modelo: entre las nuevas instituciones que propone, figuran una universidad (como la Sorbonne), un museo donde se guardan piezas arqueológicas (como el Louvre), otro de historia natural (como el Musée d’Histoire Naturelle), un observatorio astronómico en la cima de Chapultepec (como el Observatoire), un palacio para inválidos militares (como Les Invalides) y un jardín de plantas exóticas y del país (como le Jardín de Plantes). Del mismo, modo propone construir puertas monumentales en las entradas de la ciudad (como las de Saint-Denis y Saint-Martin), un campo marte (como el Champ de Mars), una Iglesia construida con mármoles y jastes (como Sainte-Genevieve) y una case de fieras y animales raros (como la ménagerie y la maison des fauves). Propone también reordenat ciertas instalaciones como los panteones y los hospitales que sugieren sean reubicados a las afueras de la ciudad (como lo fueron Les Innocents) o bien el perfeccionamiento del drenaje, el tendido de banquetas y el empedrado de calles (como en su momento lo venía haciendo Chabrol, prefecto de Paris). También Ortiz pide “podar a su tiempo con simetría” los árboles de la Alameda a la manera en que se hace en el parisino jardín de Luxemburgo.
Fernández Christlieb, Federico. Europa y el Urbanismo Neoclásico. Instituto de Geografía –UNAM. México, 2000. p . 93